Información electoral

na serie de candidatos están presentando acciones para que las franjas electorales de la televisión se extiendan de manera de incluir de forma igualitaria a todos los postulantes, otros piden instancias alternativas de acceso masivo a los sufragantes.

Más allá de la eventual legitimidad de cada una de estas peticiones, hay que considerar un aspecto más profundo de esta discusión que raramente se pone sobre el tapete. Este es la responsabilidad de cada uno de los ciudadanos de hacer el trabajo de informarse del voto. Muchos han argumentado que las largas listas de candidatos lo hacen sumamente difícil, lo que es cierto. Pero también es real que hoy existen una serie de buscadores que permiten buscar por la zona electoral o por otros parámetros (el diario La Tercera incluso desarrolló uno en base a los RUT del votante) donde se pueden encontrar los nombres y algunas informaciones de base que permiten seguir filtrando y luego explorando hacia otras fuentes de información.

Ni la mejor franja de medios, ni cualquier otro canal oficial logrará similar impacto en la calidad del voto que el de un elector que decide informarse para tomar una decisión. La tecnología actual ha bajado significativamente la velocidad de búsqueda si bien hay un enorme riesgo de desinformación en mucho de lo que actualmente se encuentra en redes sociales. Aún así, el hábito de buscar datos para justificar la opción de un candidato- así como idealmente la participación en instancias con los postulantes- debería ser resaltado una y otra vez ante la insistencia de crear franjas electorales o similares.

El financiamiento público de las campañas fue un paso de avance para generar más igualdad en las condiciones, así como la creciente transparencia, pero aún falta avanzar en poner el peso de la responsabilidad en el ciudadano, que finalmente es el que se lleva el peso de las decisiones de quienes ha decidido elegir para que lo gobierne.